Ejemplaridad pública 20 de Septiembre de 2012

18/06/2012 PP, PSOE e IU insultan a UPyD por pedir que se limiten los sueldos de alcaldes y concejales
Hoy publica el diario digital El Confidencial una noticia que cuenta que cinco alcaldes de importantes municipios madrileños se han negado a la rebaja de sueldos. Entre ellos está el de Alcalá de Henares, que está incumpliendo el pacto firmado con UPyD que le permitió acceder a la alcaldía tras la dimisión de su predecesor, y que tenía como una de sus más importantes condiciones la rebaja de los sueldos del alcalde (que supera los 100.000 euros anuales) y de los concejales (que llega hasta los 85.000 en el caso de los tenientes de alcalde). El PP tendrá que explicarse ante UPyD, pero sobre todo tendrá que explicarse ante los ciudadanos de Alcalá.
Llama también la atención el caso de David Pérez, alcalde de Alcorcón. Pérez, puro aparato del PP madrileño, es además diputado autonómico (una duplicidad de cargos con la que UPyD también quiere acabar) y consejero en la Asamblea de Caja Madrid (otra prueba de la politización de las cajas que ha llevado al naufragio y posterior rescate del sistema financiero español). Cobra por los tres conceptos, lo que no le ha impedido oponerse a la reducción de los sueldos de su ayuntamiento propuesta por el concejal magenta Jesús Gamonal.
Lo cual no ha sido inconveniente para que el propio Pérez emprenda una campaña contra Gamonal acusándole de ¡cobrar demasiado! También ha lanzado, con la ayuda de algunos medios de su órbita, injuriosas insinuaciones porque Gamonal no usa su despacho en el consistorio. Lo cierto es que UPyD no tiene nada que pueda llamarse despacho, sino más bien un cubículo sin teléfono ni ordenador donde apenas se puede estar y desde luego no se puede desarrollar dignamente las tareas que el ordenamiento legal reserva para los concejales de la oposición. No es el único ejemplo de semejante práctica abusiva. El concejal de UPyD en Valdemoro denunció en su momento que tras ocho meses sin despacho, se le concedió uno que estaba a cinco kilómetros del Ayuntamiento.
El PP no parece entender esta obligación de ejemplaridad pública, y donde no se niega en redondo a las propuestas de UPyD se pasa de frenada y propone algo tan dañino para la democracia como que los diputados regionales de Castilla-La Mancha dejen de cobrar por su trabajo y que tengan dedicación parcial. Una medida, esta sí, populista y demagógica que esconde el intento de maniatar a la oposición y reservar el derecho de sufragio pasivo (el de poder ser elegido) a aquellos que tengan rentas suficientes de las que vivir.
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