Ha coincidido prácticamente el término de mi última obra (que lleva por título Estrategias de emprendimiento para el desarrollo económico de Castilla-La Mancha) con la entrevista dominical que realiza Voces de Cuenca –Jesús Huerta- al delegado de la Junta de Comunidades en Cuenca –Rogelio Pardo-, bajo el titular de "aspiramos a que Cuenca conserve sus titulaciones universitarias y a ampliarlas cuando podamos", al que acompaña como subtítulos destacados la afirmación de que estudiarán "caso por caso" la reagrupación en colegios rurales de las aulas unitarias con menos de diez alumnos; y, por otro lado, se muestra como no partidario de la fusión de municipios.
Si algo me inspira este dirigente popular en sus respuestas a los temas sobre los que especula el periodista es una futilidad política conservadora que, como he demostrado en otras obras y artículos, someten a Cuenca en el inmovilismo ante el desarrollo y el progreso económico, social y político desde hace muchas décadas. Por ningún lado nuestros representantes moderados populares responden a la demanda de un esquema prestacional coherente con el nuevo modelo de organización administrativa y un proyecto ineludible de cambio social. Más directamente, nuestras autoridades, frente a los viejos modelos burocráticos que llevan implantando en las dos décadas y media últimas, han de repromover e instaurar un nuevo y particular ámbito de promoción económica, reflejado en diversas opciones político-ideológicas, que se diferencian siempre en función de la preeminencia de instrumentos de carácter mercantil, público o comunitario, a partir de un conjunto heterogéneo de preferencias y ventajas concedidas a estos efectos.
Ese modelo es factible diseñarlo desde la práctica implantada ya en numerosos municipios, entre los que sobresalen los municipios catalanes del Baix Llobregat Nord (Abrera, Collbató, Esparreguerra, Martorell, Olesa de Montserrat, Sant Andreu de la Barca y Sant Esteve Sesrovires) por el Equip d´Anàlisi Política y Francesc Castellana, Joan Rodríguez, Josep Mª Camós y Rosario Torres (SOGECO, SA) ('Diseño de políticas de promoción económica local:el caso del Baix Llobregat Nord'). Asimismo la reestructuración de los objetivos de las políticas locales como proceso de politización, puede conducirse desde la guía del estudio titulado 'Análisis de una política de regeneración urbana: el caso de Ciutat Vella (Barcelona)'.
La perspectiva de Pardo, que abunda en las respuestas de otros compañeros suyos a la reagrupación de municipios en la provincia de Cuenca, juzgándola como innecesaria, entiende que "no habría un ahorro económico importante si hubiera una fusión, porque lo cierto es que los alcaldes de los pequeños pueblos no están cobrando, da igual tener cincuenta alcaldes que cien porque cobrarían o mismo". Cree que "tenemos que tender a fusionar servicios y no a unir municipios que perderían su propia identidad". No ve que la más reciente Ciencia Política y de la Administración demanda postburocracización de los servicios municipales, la cual exige incorporar el utillaje del pensamiento estratégico (identificación de los agentes críticos, liderazgo organizativo, roles anticipativos y planificación medio y largoplacista, entre otros muchos), pero también fomentar las actitudes relacionales por cuanto, como señaló Vallés al comienzo de la obra dirigida por Brugué y Gomà, los gobiernos locales al formar parte del "entramado de la sociedad red" subvierten "(...) las tradicionales jerarquías estructuradas sobre la preeminencia del Estado-nación".
Esa obra, Gobiernos Locales y Políticas Públicas. Bienestar social, promoción económica y territorio, cuya coordinación corrió a cargo de los profesores del Departamento de Ciencia Política de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), Quim Brugué y Ricard Gomà, publicada en 1998 por la Editorial Ariel, junto al libro El sistema político local: un nuevo escenario de gobierno, coordinado por los profesores Carlos Alba y Francisco J. Vanaclocha (Universidad Carlos III de Madrid), exponen diversos proyectos de renovación de los modos de hacer política en nuestro país y de legitimarlos democráticamente.
De acuerdo con los reseñados especialistas en Ciencia Política y de la Administración, estimo que la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha ha de poner en marcha un modelo de integración de políticas que, desde el simétrico análisis empírico, disponga una propuesta voluntarista con base en la realidad. En este sentido, mi consejo es el del esquema triangular de Xurigué, como ya hice años atrás para el caso específico de Cuenca. Es decir, un positivo y eficiente reflejo de las interacciones mutuas entre las políticas sectoriales exploradas en el recorrido sociológico y económico que he librado durante 2011, con aportaciones particulares y los tres objetivos interactivos, resultados de los compromisos asumidos desde la lógica de la 'integración sinérgica' a partir de los escritos de J. Xurigué, que son los siguientes:
- la integración económica de las relaciones sociales,
- la integración territorial de las relaciones económicas y, por último,
- la integración social de las relaciones territoriales.
Situados en el año 2012, la combinación de reforma del Estado y la globalización acentúa una nueva dinámica en los gobiernos locales, dotándolos con mayores competencias y con análogos recursos, pero, a la vez, con una mayor evaluación por parte de la sociedad. La cuestión que se plantea es en qué medida estas innovaciones son una adecuación a la óptima articulación, descarga de tareas y responsabilidades del Estado nacional y autonómico hacia las provincias y los municipios, con una competente descentralización y una mayor participación de los ciudadanos a través de las gestiones locales.
La introducción de mi obra sobre Estrategias de emprendimiento (…) anuncia que en este nuevo escenario de "localismo cosmopolita" se articulan al mismo tiempo un aumento de las actividades municipales con un mayor protagonismo de ellas, y de las expectativas de la población con fenómenos de depresión y estancamiento de la corporación. De este modo se produce, por un lado, una revitalización de la gestión local y, por otro, el municipio aparece como un punto de concentración de la fragmentación social, de la protesta, de la crisis de mediaciones y de la falta de recursos. De esta manera, los Ayuntamientos de las ciudades castellano-manchegas con una población superior a los 15.000 habitantes tienen que salir a resolver los variados problemas que les exigen pronta resolución, a través de unos estilos políticos categóricos y de nuevas prácticas necesarias para ejecutar políticas sociales más modernas que las actuales, tratando así de concertar o articular de la mejor manera las relaciones entre la gestión pública y la sociedad civil.
La efectiva realización de políticas sociales por el gobierno municipal no depende exclusivamente del grado de profesionalización del equipo que la lleva adelante, ni de la voluntad política del alcalde o concejal responsable o de las intervenciones de las organizaciones sociales. La aplicación de programas y políticas sociales se concreta en la articulación que se dé entre los planos técnicos, políticos y sociales: la capacidad técnica o nivel de profesionalización de la administración, los estilos de gestión política y los niveles de participación de las organizaciones de la sociedad civil.
El mensaje final de la presente exploración politológica, emplazado en perspectivas distintas y plataformas más progresistas que las de Rogelio Pardo, se asienta en una visión donde el peso y el reconocimiento institucional de los municipios y el desarrollo de la Autonomía Local, no han crecido en España en paralelo al desarrollo y consolidación del Estado de las Autonomías. Por esto el municipalismo castellano-manchego sigue teniendo retos muy importantes, tanto en la definición del marco competencial como en el modelo de financiación, tal y como se recoge en la Carta de Vitoria elaborada por la FEMP, documento que reivindicó un mejor estatus para los ayuntamientos españoles. Con ello, desde los análisis de trasformación autonómica realizados por UPyD, un instrumento ha de agregarse al nuevo escenario político castellano-manchego.
En éste lo rural y lo urbano se configuran como escenarios políticos de primera magnitud, en donde se despliegan un haz de políticas y de actuaciones de impacto que requieren una coordinación horizontal y transversal. Lo local, pues, va a desempeñar un lugar estratégico en lo que se podría definir como nuevas políticas sociales concertadas. Y la universalización del bienestar social encuentra en el municipio el escenario político y su oportunidad.
Juan Andrés Buedo
Miembro de la Ejecutiva de UPyD de Castilla La Mancha.
Asesor del Consejo Local de UPyD de Cuenca.